¿Una salida revolucionaria a la crisis?
Gustavo Capdevila entrevista al académico ALAIN BIHR
ZURICH, Suiza, (IPS) – El agravamiento de la crisis económica abre
la posibilidad de una ruptura revolucionaria, evaluó el académico francés
Alain Bihr. Todo dependerá de la capacidad de lucha de las capas
populares, declaró a IPS durante los actos de El Otro Davos, en esta
ciudad de Suiza oriental.
Sin embargo, en un primer momento "la burguesía y los gobiernos que
defienden sus intereses" se van a mostrar dispuestos a "hacer pagar a los
trabajadores el agravamiento de la crisis", dijo en una entrevista Bihr,
profesor de sociología de la Universidad de Franche-Comté, en la ciudad de
Besançon, en el noreste de Francia.
Bihr participó el viernes en El Otro Davos, una conferencia
internacional convocada por la filial suiza de la Asociación por la
Tasación de las Transacciones Financieras Especulativas y la Acción
Ciudadana (Attac), para manifestar su oposición al Foro Económico Mundial
(FEM), que concluirá este domingo su sesión anual en el centro turístico
de Davos.
IPS: ¿Cómo afectará la crisis a los sectores más vulnerables de la
población?
ALAIN BIHR: No es posible comprender la situación de los más pobres y
desposeídos si no se comprende también la situación del conjunto del mundo
salarial, porque esas personas más vulnerables no son otra cosa que las
capas inferiores de ese mundo salarial. Y ha sido el conjunto de ese mundo
salarial el objeto de la agresión por parte del capital y de los gobiernos
en los últimos 30 años.
IPS: ¿De qué manera se ejecutó esa agresión?
AB: Bajo la cubierta de políticas neoliberales que han llevado a
incrementar el desempleo y el trabajo precario, a reducir la parte del
salario en la riqueza social y a seccionar las prestaciones sociales. Y
evidentemente es la gente más vulnerable la que ha sido alcanzada y
afectada por esas políticas.
IPS: ¿Cuáles son las perspectivas en ese terreno?
AB: La crisis, que se remonta a la primera conmoción petrolera de la
década de 1970, ha pasado por varias fases y acaba de entrar ahora en una
nueva etapa con los recientes desastres financieros y bancarios. En cuanto
a las perspectivas, hay que temer que los gobiernos persistan en esas
políticas de agresión porque tendrán que adoptar disposiciones
absolutamente impopulares, en todos los sentidos del término.
IPS: ¿Qué se puede esperar?
AB: Otra vez lo mismo, que los gobiernos autoricen a las empresas a
despedir y a recurrir al trabajo a tiempo parcial, que introduzcan cortes
en los presupuestos sociales para llegar a achicar el déficit fiscal
causado por los créditos que se otorgan, por otra parte, para salvar a las
empresas y a los bancos, entre otros. Todo eso se traducirá en un
agravamiento de la situación de las personas más vulnerables.
IPS: Los movimientos sociales, los sindicatos, los partidos políticos
de izquierda, ¿están organizados para enfrentar esa situación?
AB: Yo diría que no porque son herederos de una fase de la historia del
movimiento obrero, de un movimiento obrero que ha quedado atrás. Al
contrario, las luchas en el terreno del trabajo, y también fuera de ese
ámbito, que se han desarrollado en los últimos años, muestran una
capacidad conflictiva, de lucha, de resistencia y de organización.
También se aprecia una capacidad de propuesta política y de imaginación
política que hace esperar una salida diferente a la que termino de evocar.
IPS: ¿En qué consistiría esa diferencia?
AB: En una salida que difiera de la salida dramática que consistirá en
el agravamiento de las condiciones de vida de las capas populares. En
síntesis, demostrará que otra salida es posible.
IPS: ¿Puede ser más preciso?
AB: Otra salida posible consistirá como mínimo en obtener o imponer una
nueva partición de la riqueza que sea más favorable a las capas populares.
Y, ¿por qué no?, una salida que se comprometa en un proceso de ruptura
revolucionaria. Pienso que el agravamiento de la crisis abre esa
posibilidad.
IPS: Entonces, ¿qué futuro le ve al capitalismo?
BA: Todo va a depender precisamente de esa capacidad de resistencia y
de lucha de las capas populares. Si esa capacidad es suficiente, el
capitalismo tiene motivos para preocuparse. Pero si esa capacidad no es
suficiente, es evidente que de una manera u otra el capitalismo conseguirá
restablecerse, aunque los desafíos que hoy enfrenta no tienen parangón con
los que ha conocido en su historia.
Porque el capitalismo no solo se enfrenta a una crisis social potencial
de amplitud, sino que también debe manejar una crisis ecológica, que es un
desafío mayor. El capitalismo está cercado por ellas dos.
(FIN/IPS/pc/dcl/wd if ip wf fm cs qa/09)