China sale de compras
Por Antoaneta Bezlova
BEIJING, (IPS) .-Los puntos que se anotaron
altos funcionarios chinos con una serie de
acuerdos energéticos logrados en las últimas
semanas para garantizar abastecimiento a su voraz
economía revelan el oportunismo de Beijing en la
materia, según varios analistas nacionales.
"El éxito de los acuerdos entre gobiernos
crea antecedentes para futuros emprendimientos de
alto nivel en el sector energético", señaló Wu
Jiandong, analista y asesor de la revista China Reform.
"Los pronósticos indican que la crisis
financiera internacional durara entre tres y
cinco años, lo que favorecerá que aparezcan más
países interesados en sellar acuerdos a largo plazo con China", apuntó Wu.
Las autoridades chinas concluyeron acuerdos
con Brasil, Rusia y Venezuela por más de 41.000
millones de dólares. Lo más llamativo es que los
convenios fueron logrados por altos funcionarios del gobierno.
Tras la gira del vicepresidente chino Xi
Jinping por los principales productores de
petróleo de América Latina en enero, Venezuela
obtuvo un préstamo de 6.000 millones de dólares a
cambio de aumentar sus exportaciones de crudo a este país.
En Brasil, Xi selló un acuerdo de "asistencia
por petróleo" con la empresa estatal Petrobrás
por un monto de 10.000 millones de dólares, que
le garantiza a China más de 160.000 barriles (159
litros cada uno), al día, a precio de mercado.
Además, el primer ministro chino Wen Jiabao
cerró otro acuerdo con su contraparte ruso en
Beijing. Según el acuerdo, la compañía estatal de
petróleo Rosneft y la responsable de los
oleoductos Transneft recibirán 25.000 millones de
dólares a cambio de 15 millones de toneladas de
crudo al año, durante dos decenios.
El acuerdo con Rusia se logró tras casi 15
años de negociaciones entre Beijing y Moscú para
extender un oleoducto clave, de Siberia al
noreste de este país. Por apostar a vender su
crudo a la mejor opción entre China y Japón, las
autoridades rusas no dieron luz verde a la construcción de ese ramal.
Pero la visita del presidente Hu Jintao en
febrero a Arabia Saudita, principal proveedor de
este país, reveló la determinación de Beijing a
recurrir a una diplomacia más contundente para
asegurarse el suministro de petróleo a largo plazo, según observadores
locales.
"La visita de Hu a Arabia Saudita y la
decisión de Beijing de diversificar sus fuentes
de petróleo hizo sonar la alarma en Rusia, que
debió darse cuenta de que las cosas cambiaron y
de que China ya no está dispuesta a esperar",
dijo Wang Lijiu, del Instituto de Relaciones
Internacionales Contemporáneas a la publicación China Business Journal.
La iniciativa de China para consolidar
acuerdos tiene lugar en un contexto de
inestabilidad mundial, que llevó el precio del
barril de un máximo histórico de 145 dólares, a
mediados de 2008, a los 40 dólares de hoy.
Además, la caída de las ganancias y la crisis
del crédito hicieron que las corporaciones
extranjeras y los gobiernos, que antes eran
cautelosos, ahora valoren más las propuestas de las ricas compañías
chinas.
"Esta es una oportunidad que China no puede
desaprovechar", sostuvo Wang Xia, especialista en
energía de la estatal China University of
Petroleum. "Si esperamos a que la economía se
recupere y vuelvan a subir los precios, será
mucho más difícil garantizar acuerdos a largo plazo".
Conciente de que la crisis representa una
oportunidad singular, la Administración Nacional
de Energía creó un fondo especial para que las
compañías estatales del sector vayan a comprar crudo al extranjero.
Las beneficiarias de tal generosidad son
China National Offshore Oil Corporation (CNOC),
China National Petroleum Corporation y Sinopec.
La asignación de casi dos billones de dólares
a las empresas beneficiarias le permite contar
con préstamos de bajo interés y capital directo
para financiar sus compras de petróleo.
Pero la iniciativa puede hacer sonar la
alarma internacional pues las empresas estatales
chinas han sido acusadas de dar a sus compañías
ventajas frente a la competencia.
Ese temor frustró los planes de CNOC de
comprar la empresa estadounidense Unocal en 2005,
pese a que su oferta era mejor que la de Chevron.
La presión de Washington la obligó a retirarse de la competencia.
Pero la profundización de la crisis
financiera y su enorme impacto sobre los países
ricos hizo cambiar la percepción de la situación,
según la analista Tong Lixia.
"Ante la falta de divisas cuando hay
dificultad para otorgar créditos fortalece la
posición negociadora de China", señaló.
Al bajar también los precios de otros bienes
clave, China recorrió el mundo a fin de asegurar
sus reservas de petróleo y de otros recursos naturales.
La empresa estatal productora de aluminio
Chinalco anunció en febrero una inversión de
19.500 millones dólares en la compañía minera
anglo-australiana Rio Tinto, especializada en
minerales de hierro, cobre y aluminio.
China Minmetals Corporation adquirió la
compañía australiana OZ Minerals, gran productora
de zinc, por 1.700 millones de dólares.
Algunos analistas sugirieron que además de
asegurarse ciertos recursos clave, las empresas
chinas deberían aprovechar la crisis para
adquirir tecnología y empresas extranjeras.
El próximo objetivo de algunas compañías
chinas podría ser los atribulados fabricantes de
automóviles de Estados Unidos y Europa, según Li
Caokui, director del Centro para China en la
Economía Mundial, de la Universidad Tsinghua.
(FIN/IPS/traen-vf/ab/rdr/ap ip if nr fm fe/2009)