Universidad abre puertas a software libre
LA HABANA, (IPS) – Tras años de deliberaciones, la Universidad de
La Habana finalmente resolvió la emigración hacia programas libres en su
red de computadoras, que funcionan casi en su totalidad sobre el sistema
operativo Windows, de la firma multinacional estadounidense Microsoft.
Por Patricia Grogg
El plan, refrendado por el Consejo de dirección de esa alta casa de
estudios, aspira a iniciar en enero de 2009, luego de un intenso proceso
de capacitación del personal docente e informático, la instalación masiva
del sistema operativo GNU/Linux, que emplea el núcleo Linux creado en 1991
por el finlandés Linus Torvalds.
"Es un plan previsto a largo plazo", señaló a IPS Yudivián Almeida,
profesor de la Facultad de Matemática y Computación de la universidad
habanera. "Trata de no ser conflictivo y de evitar transformaciones
bruscas, como quitar Windows y poner Linux", aseguró.
En efecto, la estrategia de emigración comprende diferentes etapas,
desde la instalación de programas específicos como el navegador
Mozilla/Firefox en sustitución del extendido Internet Explorer, que
comenzó el 5 de enero, el adiestramiento en el uso de OpenOffice en lugar
del Microsoft Office, hasta el abandono definitivo de los sofware
privativos.
Según el estadounidense Richard Stallman, uno de los padres del
movimiento por el software libre y creador de la Licencia Pública General
(GPL), un programa debe cumplir con cuatro libertades para no ser
privativo: el uso con cualquier propósito, el acceso a su código fuente y
la posibilidad de modificarlo, la distribución de copias a favor de la
comunidad, y el mejoramiento del programa y su publicación.
Para Almeida, es lógico haber empezado por quienes imparten las
materias relacionadas con la computación y el personal a cargo de los
laboratorios, "pues son los más renuentes al cambio". Los estudiantes, por
el contrario, deben aceptar los contenidos de cada asignatura como se
establezcan en los planes de estudio.
"Es necesario reacomodar los programas de clases de computación, que se
imparten por lo general en Windows", apuntó Almeida, coordinador del Grupo
de Usuarios de Software Libre y Linux en la Universidad de La Habana,
varias de cuyas facultades están en pleno cambio de planes de estudio
luego de que se aprobó el 5 de enero pasado la emigración hacia el
software libre.
"Cuando en todas las máquinas esté instalado el software libre no
tendrá sentido enseñar otra cosa", concluyó.
Cuba anunció en mayo de 2005 su intención de emigrar hacia el software
libre, un proceso que comenzaría por los organismos de la Administración
Central del Estado. Sin embargo, hasta el momento sólo la Aduana General
ha instalado GNU/Linux en todas sus computadoras.
Entonces se creó un Grupo Nacional para impulsar la emigración, que
integran los ministerios de Educación, Justicia, Interior, Educación
Superior y Fuerzas Armadas, además de la Aduana, la Oficina Nacional de
Informatización, la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), la de
La Habana y el Instituto José A. Echeverría.
"El Grupo Nacional da sugerencias, pero no hay nada que legisle la
migración", subrayó Almeida, quien destacó en su página web personal el
decreto del presidente de Ecuador, Rafael Correa, el pasado 10 de abril,
sobre el paso hacia el software libre en las entidades de la
Administración Pública Central de ese país.
El propósito de la medida es "alcanzar soberanía y autonomía
tecnológica", en correspondencia con las recomendaciones de la Carta
Iberoamericana de Gobierno Electrónico, aprobada en Chile en junio de 2007
durante la novena Conferencia Iberoamericana de Ministros de
Administración Pública y Reforma del Estado.
La aceptación del software libre no ha sido fácil en la Universidad de
La Habana, un centro de estudios donde predominan las carreras de ciencias
sociales y otras ajenas a las nuevas tecnologías de la información y las
comunicaciones, reconoció Almeida, de 27 años.
"Han sido sobre todo profesores los que se han opuesto, pues se han
especializado en el uso de determinadas herramientas de software
privativo", afirmó el joven licenciado en Ciencias de la Computación.
Según Almeida, los profesionales renuentes al cambio esgrimen la
supuesta menor calidad del software libre ante los programas de
corporaciones como Windows, algo difícil de dirimir en muchas ocasiones,
mientras obvian otros elementos como la soberanía tecnológica.
La abrumadora mayoría de los ordenadores existentes en Cuba, alrededor
de 380.000, funcionan con copias ilegales del sistema operativo Windows y
versiones "piratas" de programas por cuya utilización no se pagan
licencias, a causa del embargo de Estados Unidos a la isla que se arrastra
desde comienzos de los años 60.
Según la Encuesta sobre Acceso a Servicios Seleccionados de Información
y Comunicación, realizada por la estatal Oficina Nacional de Estadísticas,
33,2 por ciento de la población cubana mayor de seis años utilizó una
computadora al menos una vez durante 2007.
El estudio indica que los lugares de uso más frecuente de los
ordenadores fueron los Correos y los centros llamados Joven Club de
Computación, coordinados por la Juventud Comunista para fomentar el
conocimiento de las nuevas tecnologías en la población. El acceso en los
hogares apenas ocupó el 5,2 por ciento del total.
Almeida estima que el software libre permitirá a la Universidad de La
Habana cortar su dependencia de programas cuya licencia no podría pagar si
en un futuro se normalizaran las relaciones con Washington. Además,
facilitará la socialización del conocimiento, uno de los ejes de la
expansión de los estudios superiores en el país.
"Hacía tiempo que se discutía este tema sin resolver nada", recordó el
especialista. "El hecho de que se haya decidido iniciar este plan es un
paso bastante grande", afirmó.
(FIN/IPS/pg-blc/dm/ed ic sc pr/sl la/08)