Honor a quien Honor Merece

El Senado entregará la Medalla Belisario Domínguez 2016 post mortem a Gonzalo Rivas Cámara, ingeniero y empleado de una gasolinera en Chilpancingo, quien evitó que explotara esa estación de servicio.
Por Mariana Curiel

Senado de la república aprobó por mayoría entregar Medalla Belisario Dominguez. Foto cortesía Senado
COMISIÓN DE LA MEDALLA BELISARIO DOMÍNGUEZ
Sen. Roberto Albores Gleason. Presidente
Sen. Zoé Robledo Aburto y Sen. Sonia Mendoza Díaz. Secretario Secretaria
Mtro. Julio Ernesto Herrera Segura. Secretario Técnico
MEDALLA Belisario Domínguez Palencia
CIUDAD DE MÉXICO.- El día 12 de diciembre del 2011, el Ingeniero en Sistemas, Gonzalo Miguel Rivas Cámara, originario de Veracruz, empleado de una gasolinera, en Chilpancingo, Guerrero, veía como se comenzaba a extender el fuego en el depósito de esta gasolinera en donde él trabajaba, y sin medir el peligro se apresuró a cerrar las válvulas para evitar que el fuego se transmitiera hacia los tanques que almacenan del conducto de la gasolinera, después tomo un extinguidor y quiso apagar el fuego, pero de alguna forma fue alcanzado por gasolina que se derramo en su cuerpo y luego un flamazo lo alcanzo y ardió como antorcha humana, no obstante logro evitar una tragedia de dimensiones catastróficas donde hubieran muerto –presumiblemente- cientos de personas, su acto heroico le costó la vida, ya que duro en coma veinte días y falleció, su muerte es vista por todos los mexicanos como un acto heroico, ya que ofrendo su vida en aras de evitar una enorme tragedia.
Posteriormente nuestro gobierno, en forma acertada, ha reconocido el heroísmo de este mexicano ejemplar, ya que por mayoría de votos, la cámara de senadores, luego de analizar varias propuestas conforme a la convocatoria que anualmente se informa a la opinión publica, fue que decidieron por mayoría entregarle la medalla Belisario Domínguez.
Pero ¿Quien es Belisario Dominguez? Nada menos que fue otro gran héroe mexicano que tuvo las agallas y se enfrentó al usurpador Victoriano Huerta , quien al ver que este gran estadista lo enfrentaba para que no usurpara la presidencia, lo manda asesinar y como trofeo le entregan la lengua de Belisario Domínguez, al que solo la muerte callo, y esta muerte no fue en vano, pues el sanguinario de victoriano huerta, a raíz de este infame crimen, fue derrocado, gracias al Plan de Guadalupe proclamado por el General Venustiano Carranza en 1913 y con ello fue proclamado Presidente Provisional de México y el primer gobierno provisional que tuvo a bien derrocar con las armas al usurpador y convocar a nuevas elecciones.
Así que este gran mexicano, Don Belisario Domínguez, pasa a la historia como un mártir de la patria, y su nombre está escrito con letras de oro en el Congreso mexicano.
Así el acto heroico del Ingeniero Gonzalo Miguel Rivas Cámara, está escrito en muchas páginas de los medios de difusión, y a quien su acto heroico sin lugar a dudas, lo hace merecedor de esta valiosa presea.
En hora buena se le otorga la medalla Belisario Domínguez a un héroe que salvo la vida de sus hermanos mexicanos. Y su viuda junto con sus hijitas, recibirá la medalla que honra la memoria de tan noble mexicano.
El Senado entregará la Medalla Belisario Domínguez 2016 post mortem a Gonzalo Miguel Rivas Cámara, ingeniero y empleado de esta gasolinera en Chilpancingo, quien evitó que explotara esa estación de servicio.
El pleno del senado de la república aprobó con 70 votos a favor, tres en contra y ocho abstenciones la propuesta. El Senado de la República otorgo esta medalla en los últimos seis años a:
(2010): Luis H. Álvarez
(2011): Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano
(2012): Ernesto de la Peña Muñoz (póstuma)
(2013): Manuel Gómez Morín (póstuma)
(2014): Eraclio Zepeda Ramos
(2015): Alberto Baillères González
La entrega de este reconocimiento se llevará a cabo el 24 de noviembre a las 12:30 horas en la Antigua Casona de Xicoténcatl, sede alterna, con la presencia del Presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
Para honrar aun mas a este gran mexicano a continuación voy a dedicarle el siguiente poema:
POEMA para el Mártir de Guerrero, México
Por Mariana Curiel
Ante el peligro inminente,
De una tragedia anunciada
Cerraste aquellas llaves
Y muchas vidas salvabas.
No pensaste en el peligro,
Al que exponías tu vida.
Con arrojo y valentía
Aquel fuego combatías.
Al gran héroe mexicano,
Al hombre de gran valor.
La medalla que te otorgan
Pues moriste con honor.
Pues Belisario Domínguez
A la historia ya pasó,
Como héroe de la patria.
A otro héroe premió.
Hombres como tú no hay,
Y si los hay, son contados,
En el cielo Dios te tiene,
Pues la gloria te has ganado.
Te recordaremos siempre,
Al gran héroe mexicano,
Que dio su vida al salvar
Las vidas de sus hermanos.
HISTORIA Fuente Wikimedia
La Medalla Belisario Domínguez del Senado de la República es la Máxima Condecoración que el Senado de México otorga a los ciudadanos más eminentes.
El nombre de esta distinción honra la memoria de Belisario Domínguez, senador por el estado de Chiapas que fue férreo opositor a la usurpación de Victoriano Huerta a la Presidencia de la República y, por sus abiertas críticas en la tribuna del Senado, fue asesinado el 7 de octubre de 1913.
La medalla es conferida anualmente cada 7 de octubre por acuerdo del Senado y entregada por el Presidente de la República o por su representante en el Salón de Plenos del Senado de la República.
El 3 de enero de 1953, a propuesta del entonces presidente Adolfo Ruiz Cortines, se expidió el decreto por el cual anualmente se entregaría la medalla; en su artículo primero, el decreto estipula las condiciones:
“Se crea la Medalla de Honor “Belisario Domínguez” del Senado de la República, para premiar a los hombres y mujeres mexicanos que se hayan distinguido por su ciencia o su virtud en grado eminente, como servidores de nuestra Patria o de la Humanidad.”
El premio está formado por un Diploma Alusivo y una Medalla con el Escudo Nacional de México con el escrito “Estados Unidos Mexicanos. H. Cámara de Senadores 1952-1958”, y al reverso lleva la efigie del Héroe Civil con el escrito “Ennobleció a la Patria.- 7 de octubre de 1913”, y se cuelga del cuello por medio de una cinta con los colores nacionales, verde, blanco y rojo.
Para decidir su otorgamiento, se crea una comisión especial de senadores: la Comisión para la Medalla de Honor “Belisario Domínguez”, la cual dictamina sobre la persona que habrá de recibir la medalla; este dictamen es posteriormente sometido al pleno del Senado de México para su aprobación. Es costumbre que esta comisión esté conformada por los senadores de Chiapas.
Las candidaturas para el otorgamiento de la medalla pueden ser realizadas por cualquier ciudadano o institución y son dirigidas al Senado de la República. El registro será del 2 al 20 de septiembre del año en curso.
Discurso contra Victoriano Huerta
El 23 de septiembre de 1913 pronunció el siguiente discurso contra Victoriano Huerta al que se le atribuye la pérdida de su vida:
“Señor presidente del Senado:
Por tratarse de un asunto urgentísimo para la salud de la Patria, me veo obligado a prescindir de las fórmulas acostumbradas y a suplicar a usted se sirva dar principio a esta sesión, tomando conocimiento de este pliego y dándolo a conocer enseguida a los señores senadores. Insisto, señor Presidente, en que este asunto debe ser conocido por el Senado en este mismo momento, porque dentro de pocas horas lo conocerá el pueblo y urge que el Senado lo conozca antes que nadie.
Señores senadores:
Todos vosotros habéis leído con profundo interés el informe presentado por don Victoriano Huerta ante el Congreso de la Unión el 16 del presente. Indudablemente, señores senadores, que lo mismo que a mí, os ha llenado de indignación el cúmulo de falsedades que encierra ese documento. ¿A quién se pretende engañar, señores? ¿Al Congreso de la Unión? No, señores, todos sus miembros son hombres ilustrados que se ocupan en política, que están al corriente de los sucesos del país y que no pueden ser engañados sobre el particular. Se pretende engañar a la nación mexicana, a esa patria que confiando en vuestra honradez y vuestro valor, ha puesto en vuestras manos sus más caros intereses.
¿Qué debe hacer en este caso la representación nacional? Corresponder a la confianza con que la patria la ha honrado, decirle la verdad y no dejarla caer en el abismo que se abre a sus pies. La verdad es ésta: durante el gobierno de don Victoriano Huerta, no solamente no se hizo nada en bien de la pacificación del país, sino que la situación actual de la República, es infinitamente peor que antes: la Revolución se ha extendido en casi todos los estados; muchas naciones, antes buenas amigas de México, rehúsanse a reconocer su gobierno, por ilegal; nuestra moneda encuéntrase depreciada en el extranjero; nuestro crédito en agonía; la prensa de la República amordazada, o cobardemente vendida al gobierno y ocultando sistemáticamente la verdad; nuestros campos abandonados; muchos pueblos arrasados y, por último, el hambre y la miseria en todas sus formas, amenazan extenderse rápidamente en toda la superficie de nuestra infortunada patria. ¿A qué se debe tan triste situación? Primero, y antes de todo, a que el pueblo mexicano no puede resignarse a tener por Presidente de la República a don Victoriano Huerta, al soldado que se apoderó del poder por medio de la traición y cuyo primer acto al subir a la presidencia fue asesinar cobardemente al presidente y vicepresidente legalmente ungidos por el voto popular; habiendo sido el primero de éstos, quien colmó de ascensos, honores y distinciones a don Victoriano Huerta y habiendo sido él, igualmente, a quien don Victoriano Huerta juró públicamente lealtad y fidelidad inquebrantables. Y segundo, se debe esta triste situación a los medios que Victoriano Huerta se ha propuesto emplear, para conseguir la pacificación. Estos medios ya sabéis cuáles han sido: únicamente muerte y exterminio para todos los hombres, familias y pueblos que no simpaticen con su gobierno.
“La paz se hará cueste lo que cueste”, ha dicho don Victoriano Huerta. ¿Habéis profundizado, señores senadores, lo que significan esas palabras en el criterio egoísta y feroz de don Victoriano Huerta? Estas palabras significan que don Victoriano Huerta está dispuesto a derramar toda la sangre mexicana, a cubrir de cadáveres todo el territorio nacional, a convertir en una inmensa ruina toda la extensión de nuestra patria, con tal de que él no abandone la presidencia, ni derrame una sola gota de su propia sangre. En su loco afán de conservar la presidencia, don Victoriano Huerta está cometiendo otra infamia; está provocando con el pueblo de Estados Unidos de América un conflicto internacional en el que, si llegara a resolverse por las armas, irían estoicamente a dar y a encontrar la muerte todos los mexicanos sobrevivientes a las amenazas de don Victoriano Huerta, todos, menos don Victoriano Huerta, ni don Aureliano Blanquet, porque esos desgraciados están manchados con el estigma de la traición, y el pueblo y el ejército los repudiarían, llegado el caso.
Esa es, en resumen, la triste realidad. Para los espíritus débiles parece que nuestra ruina es inevitable, porque don Victoriano Huerta se ha adueñado tanto del poder, que para asegurar el triunfo de su candidatura a la Presidencia de la República, en la parodia de elecciones anunciadas para el 26 de octubre próximo, no han vacilado en violar la soberanía de la mayor parte de los estados, quitando a los gobernadores constitucionales e imponiendo gobernadores militares que se encargarán de burlar a los pueblos por medio de farsas ridículas y criminales. Sin embargo, señores, un supremo esfuerzo puede salvarlo todo. Cumpla con su deber la representación nacional y la patria está salvada y volverá a florecer más grande, más unida y más hermosa que nunca. La representación nacional debe deponer de la presidencia de la República a don Victoriano Huerta por ser él contra quien protestan con mucha razón todos nuestros hermanos alzados en armas y de consiguiente, por ser él quien menos puede llevar a efecto la pacificación, supremo anhelo de todos los mexicanos. Me diréis, señores, que la tentativa es peligrosa porque don Victoriano Huerta es un soldado sanguinario y feroz, que asesina sin vacilación ni escrúpulo a todo aquél que le sirve de obstáculo. ¡No importa, señores! La patria os exige que cumpláis con vuestro deber, aun con el peligro y aun con la seguridad de perder la existencia. Si en vuestra ansiedad de volver a ver reinar la paz en la República os habéis equivocado, habéis creído en las palabras falaces de un hombre que os ofreció pacificar a la nación en dos meses y le habéis nombrado presidente de la República, hoy que veis claramente que éste hombre es un impostor inepto y malvado, que lleva a la patria con toda velocidad hacia la ruina, ¿dejaréis por temor a la muerte que continúe en el poder? Penetrad en vosotros mismos, señores, y resolved esta pregunta: ¿Qué se diría a la tripulación de un gran navío que en la más violenta tempestad y en un mar proceloso, nombrara piloto a un carnicero que, sin ningún conocimiento náutico navegara por primera vez y no tuviera más recomendación que la de haber traicionado y asesinado al capitán del barco?
Vuestro deber es imprescindible, señores, y la patria espera de vosotros que sabréis cumplirlo. Cumpliendo ese primer deber, será fácil a la representación nacional cumplir con los otros que de él se derivan, solicitándose enseguida de todos los jefes revolucionarios que cesen toda hostilidad y nombren sus delegados para que de común acuerdo, nombren al presidente que deba convocar a elecciones presidenciales y cuidar que éstas se efectúen con toda legalidad.
El mundo está pendiente de vosotros, señores miembros del Congreso Nacional Mexicano, y la patria espera que la honraréis ante el mundo, evitándole la vergüenza de tener por primer mandatario a un traidor y asesino.
Dr. Belisario Domínguez Senador por el estado de Chiapas”