Hoy entregaron Medalla Belisario Domínguez a Madre de Rivas Cámara

Con la presencia del Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, la Cámara de Senadores realizó una sesión solemne para entregar la Medalla de Honor Belisario Domínguez 2016, post mortem, al ciudadano Gonzalo Rivas Cámara, por su heroísmo, responsabilidad y solidaridad en grado eminente, por el hecho de haber sacrificado su vida para salvar la de otros.
Fuente: Senado de la República y Wikipedia
Se entrega a un mexicano que, en un acto de heroísmo y con la seguridad de perder la existencia, cumplió con el deber que le dictó su conciencia: senadora Sonia Mendoza.
Gonzalo murió por amor a la vida, por su enorme deseo de impedir que otros la perdieran, aseguró su hermano, el teniente Iván Rivas Cámara.
En sesión solemne, el Senado de la República entregó la Medalla de Honor Belisario Domínguez 2016, post mortem, al ciudadano Gonzalo Rivas Cámara, conocido como “El Héroe de Chilpancingo”, por su heroísmo, responsabilidad y solidaridad en grado eminente, para sacrificar su vida y salvar la de otros.
El presidente de la Mesa Directiva, Pablo Escudero Morales entregó a Clitia del Socorro Cámara Murillo, madre del galardonado, la presea y diploma que acredita a Rivas Cámara como miembro de la Orden Mexicana de esta presea.
En esta sesión solemne participó, como testigo de honor, el titular del Ejecutivo Federal, Enrique Peña Nieto; acompañado en el presídium por el ministro Eduardo Medina Mora, en representación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; el presidente de la Cámara de Diputados, Edmundo Javier Bolaños Aguilar; doña Clitia del Socorro Cámara Murillo; y el presidente del Senado.
A nombre del Senado de la República, la secretaria de la Comisión de la Medalla Belisario Domínguez, Sonia Mendoza Díaz, resaltó que el galardón se entrega a un mexicano que, en un acto de heroísmo y con la seguridad de perder la existencia, supo cumplir con el deber que le dictó su conciencia.
Aseguró que la asamblea honra la conducta que ha dado una lección irreprochable de amor a sus semejantes y de una valentía formidable, al ofrendar su vida para proteger la de otros. Gonzalo Rivas Cámara demostró ser un hombre íntegro al que la vida le colocó sobre los hombros “el colosal peso de decidir ponerse a salvo o salvar a los demás, a costa de perder la existencia”.
“Eligió lo segundo y al hacer visible y reivindicar las lecciones de su sacrificio, estoy segura que la patria será un poco más como quería Belisario Domínguez: más grande, más unida y más hermosa que nunca”.
Desde la tribuna de la antigua sede del Senado –en la Casona de Xicoténcatl– la senadora del Grupo Parlamentario del PAN, subrayó que en tiempos de egoísmo e irritación, el gesto del teniente de Fragata, Gonzalo Rivas, es el de un mexicano sencillo, padre de familia, responsable como la mayoría y digno de ser reconocido como ejemplo.
Un héroe de carne y hueso fue nuestro condecorado, advirtió, quien se encontraba en su oficina en una gasolinera de Chilpancingo, el 12 de diciembre de 2011, cuando inició el fuego en una de las bombas despachadoras de gasolina, como resultado de un enfrentamiento entre policías y estudiantes. De acuerdo con sus compañeros de trabajo: “mientras todos corrieron a ponerse a salvo, Gonzalo buscó un extinguidor para controlar el incendio”, impidiendo que se extendiera a los depósitos de gasolina, pero este acto le provocó quemaduras de tercer grado en el 80 por ciento de su cuerpo.
La senadora precisó que la presea se ha otorgado siempre a políticos, intelectuales, profesionistas o empresarios; no obstante, en esta ocasión se entrega a un ciudadano que en un momento de su vida fue capaz de un sacrificio heroico: arriesgar su propia vida para evitar la muerte de muchas personas.
Con esta entrega, apuntó, subrayamos el profundo sentido de dignidad humana de su noble gesto y se pone en perspectiva que jamás fue intención de la asamblea controvertir ningún movimiento ni causa social. Al laurear a Gonzalo Rivas, añadió, también se rinde homenaje a la Marina Armada de México, que forma sus elementos con los valores de ayuda y sacrificio por los demás.
En suma, la senadora Mendoza Díaz señaló que se reconoce un acto de heroísmo incuestionable y que no existe política detrás de la decisión, como tampoco lo hubo en la acción desinteresada de Gonzalo Rivas. La Medalla es una forma genuina de honrar a todas y todos aquellos que han sido capaces de actos heroicos sin esperar nada a cambio, argumentó.
“Por mi conducto, las y los senadores de la República hacemos votos porque este tipo de actos estimule la confianza de que al hacer algo por otro ser humano lo hacemos por toda la humanidad.
Que sirva esta entrega de la Medalla Belisario Domínguez al héroe de Chilpancingo, como ya es conocido, para fortalecer los debilitados lazos de unión y fraternidad de los mexicanos”, finalizó.
El hermano del galardonado, teniente Iván Inocencio Rivas Cámara, agradeció la distinción y muestra de solidaridad por parte del Senado de la República, porque “nos permite visualizar la partida de Gonzalo desde otro punto de vista” y es que su muerte tuvo una noble causa.
Señaló que tras 20 días de agonía de su hermano, a causa de las quemaduras en el 80 por ciento de su cuerpo y pese a su dolor y condición, él nunca se arrepintió de lo que hizo, al mencionar que él sólo hizo lo correcto, aunque en ello se le fuera la vida.
“Murió precisamente por amor a la vida, por su enorme deseo de impedir que otros, ante un peligro, la perdieran”, sostuvo.
Recordó que en los años de servicio de hermano Gonzalo en la Marina, entregó su vida al servicio de México y lo hizo con honor, con deber, con lealtad y sobre todo con patriotismo.
Manifestó que no habrá algo que consuele, ni sane el enorme dolor que ha dejado su partida; no obstante, dijo que así como él hay personas que con sus acciones enaltecen la nación, contribuyendo a una sociedad más segura, honesta y justa, a través de actos de paz y de justicia.
Previamente, la senadora Itzel Ríos de la Mora, secretaria de la Mesa Directiva, dio lectura a la histórica proclama del doctor y senador Belisario Domínguez.
Luego de los discursos, se guardó un minuto de silencio, a fin de honrar la memoria de los miembros de la Orden Mexicana de la Medalla Belisario Domínguez ya fallecidos.
Posteriormente, el presidente Enrique Peña Nieto, los presidentes del Congreso de la Unión, el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco; el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera; el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio; así como los integrantes de la Mesa Directiva, se trasladaron al Muro de Honor de la Medalla para develar el nombre del galardonado y después montar una guardia de honor ante la estatua de Belisario Domínguez.
A la sesión solemne del Senado de la República también asistieron el comisionado presidente de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, Julio Antonio Hernández Barros; diputados federales; integrantes del gabinete legal y ampliado del Poder Ejecutivo Federal; representantes de los poderes del estado de Chiapas y del presidente municipal de Comitán; así como distinguidas ciudadanas y ciudadanos que con anterioridad recibieron la Medalla de Honor Belisario Domínguez.
Gonzalo Miguel Rivas Cámara (Veracruz, Veracruz, 1 de abril1 de 1963 – Ciudad de México, 01 de enero de 2012) fue un ingeniero en sistemas computacionales nacido el 28 de abril de 1962,2 originario de Veracruz y radicado los últimos 20 años de su vida en el estado de Guerrero, que cobró trascendencia el 12 de diciembre de 2011 al apagar con un extintor una bomba de gasolina incendiada durante un enfrentamiento entre policías y estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa.
Gonzalo Miguel Rivas Cámara formaba parte de una familia de marinos. Fue miembro egresado de la Marina Armada de México, donde llegó al grado de Teniente de Fragata. Tanto su padre como su hermano sirvieron igualmente en esa institución. Gonzalo estudió ingeniería en sistemas en la Marina, dándose de baja en 2001; vivió en distintas ciudades del estado de Guerrero en su juventud. Gonzalo Rivas Cámara había vivido los últimos 20 años de su vida en Chilpancingo, Gro. Estaba casado con Rosalba Casimiro y tenía dos hijas. En Chilpancingo, trabajaba como encargado de sistemas en gasolineras de la región y como redactor y periodista en el periódico el Diario de Guerrero.
Entre las labores de Rivas como ingeniero, rutinariamente visitaba la estación de gasolina «Eva II» cerca del hotel «Parador del Marqués» en la Autopista del Sol hacia el sur de la ciudad de Chilpancingo para revisar el programa con el que se controlaba la seguridad en las bombas del negocio.
Fallecimiento
El 12 de diciembre de 2011, en medio de una enorme manifestación violenta, estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa arribaron a la estación de servicio exigiendo se les diese gasolina con la intención de fabricar bombas molotov, los empleados de la estación se negaron. Ante este hecho, los estudiantes cruzaron la avenida a otra estación de gasolina donde lograron llenar un contenedor de plástico y retornaron a la primera gasolinera para incendiarla como represalia por la negativa. En ese momento, Rivas Cámara se encontraba en la estación llevando a cabo su trabajo.
De acuerdo a testimonios, mientras estudiantes y empleados de la gasolinera corrieron para ponerse a salvo, Rivas tomó un extintor y se dirigió a apagar el fuego causado por los estudiantes. Si bien logró cerrar las válvulas de gasolina e impedir que el fuego se extendiese a los depósitos (cien mil litros de gasolina), el fuego alcanzó el contenedor de plástico que los estudiantes habían dejado junto a la bomba, el cual al derretirse ocasionó una llamarada que alcanzó a Gonzalo Rivas provocándole quemaduras de tercer grado en 35% de su cuerpo.
Trasladado al hospital del IMSS de Lomas Verdes, en Naucalpan, Estado de México, Gonzalo Rivas Cámara falleció ahí en los primeros minutos del 2012 como consecuencia de las graves quemaduras sufridas. El acto del ingeniero fue calificado de heroico y comparado incluso con el sacrificio de Jesús García “El Héroe de Nacozari” ocurrido cien años atrás.
Condecoración póstuma
A partir de mayo del 2016, el periodista Luis González de Alba* propuso a Rivas Cámara para recibir la Medalla Belisario Domínguez, la cual es la mayor distinción que el Congreso de México otorga a ciudadanos cuya actividad al servicio de la nación se considere distinguida. Esta propuesta fue adoptada por grandes segmentos de la sociedad mexicana, impulsando eventualmente a la introducción de la propuesta en el Senado.
De acuerdo a Luis González de Alba, «Una explosión de esta magnitud habría lanzado por los aires la carpeta asfáltica, las casetas de cobro (de la carretera sobre la que se encontraba la gasolinera), autobuses llenos de pasajeros y decenas de coches particulares detenidos por el cierre de la caseta», concluyendo que así «salvó centenares de vidas a costa de la suya».
Finalmente, el 14 de noviembre del 2016, fue aprobada en el Senado la moción de otorgar la medalla Belisario Domínguez a Gonzalo Miguel Rivas Cámara por sus acciones el 12 de diciembre de 2011,11 marcando así la primera ocasión en que la medalla no se entregaba a un artista, político, escritor, académico o empresario.
Críticas
(*) ¿Quién es Luis González de Alba? Participación en el 2 de octubre de 1968
Participó en el movimiento estudiantil en 1968, cuando fue a la ciudad de México a estudiar Psicología por la UNAM. Durante los hechos sangrientos del 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas, Tlatelolco, Luis González de Alba fue detenido por los soldados e ingresado a la cárcel de Lecumberri por dos años, donde escribió su primera novela “Los días y los años”, en la que relata su experiencia en Tlatelolco donde varios de sus compañeros y amigos fueron torturados y asesinados. Estando preso aprendió el idioma hebreo y cuando fue liberado se autoexilió en Chile.
La CNDH (dirigida entonces por Raúl Plascencia Villanueva) acusó a estudiantes de la Normal de Ayotzinapa de haber provocado el incendio de una gasolinera en Iguala, Guerrero, el 12 de diciembre de 2011, lo cual causó la muerte del empleado del mismo negocio, Gonzalo Rivas, al sufrir éste quemaduras de 3er grado en 40% de su cuerpo cuando intentó apagar las llamas para salvar a decenas de personas.
González de Alba se sumó a estas acusaciones, insinuando que los normalistas eran los responsables de la muerte de Rivas, y desde 2015 y hasta su muerte las repitió constantemente en su espacio semanal de Milenio Diario, lo que agitó aún más el ya delicado caso de la Desaparición forzada de Iguala de 2014 (ocurrida la noche 26 de septiembre y la madrugada del 27 de septiembre de 2014). Los estudiantes de Ayotzinapa siempre negaron haber provocado la conflagración, y habían apuntado que probablemente la inició un policía vestido de civil.