Obama convence a todos
Por Daniel Luban
WASHINGTON, (IPS) – El discurso de asunción del nuevo presidente
de Estados Unidos, Barack Obama, fue en muchos sentidos una repetición de
lo que había dicho en su campaña, atendiendo la preocupación de los
diferentes sectores políticos para obtener respeto de todos, pero dejando
muchas dudas sobre sus efectos prácticos.
Este miércoles, las reacciones en los medios al discurso eran variadas,
pero en su mayoría positivas. El consenso general tanto en la izquierda
como en la derecha es que el discurso estuvo un poco por debajo de las
expectativas, pero fue maduro y sólido en contenido.
Los elogios que recibió tanto de liberales como conservadores fue una
evidencia de la continua habilidad de Obama para darle a cada uno de sus
oyentes algo para que puedan seguir soñando. Por eso, quizás no es
sorpresa que la mayoría de los que criticaron su alocución se limitaron a
decir que era vaga e inconsistente.
Como candidato presidencial, así como durante el periodo de transición,
el discurso de Obama subrayaba los temas que iban más allá de los partidos
y apelaban a la unidad nacional. Su famosa afirmación, durante la
Convención Demócrata de 2004, de que "no existe un Estados Unidos liberal
y un Estados Unidos conservador, sino que existe Estados Unidos de
América" es un típico ejemplo.
Pero las reales posiciones de Obama son más difíciles de discernir. Sus
partidarios de izquierda y sus críticos conservadores temen que su
retórica conciliatoria sea el disfraz de una sólida agenda liberal. Pero,
en los últimos meses, el nuevo presidente estadounidense se ha mostrado
como un pragmático de centro.
El veredicto final, todos coinciden, se podrá dar recién después de que
Obama comience a gobernar.
En este sentido, el discurso inaugural fue una decepción para los que
esperaban una clara señal sobre qué dirección pretende seguir su
administración. El nuevo presidente continuó con su hábito de ofrecer una
retórica que todos los sectores podrían tomarla como propia.
Como resultado, la reacción fue en gran medida positiva en todo el
espectro político.
Muchos encontraron el discurso un tanto decepcionante como obra de
retórica: a pesar de la reputación de Obama de ser uno de los grandes
oradores de su generación, hubo líneas que eran demasiado parecidas a
famosas palabras de los ex presidentes Abraham Lincoln (1861-1865) y
Franklin Delano Roosevelt (1933-1945).
De todas formas, por su contenido, la mayoría de los comentadores lo
elogiaron. El periódico The New York Times señaló en su editorial que el
discurso ofreció "la claridad y el respeto del que todos los
estadounidenses estaban hambrientos", mientras que el conservador The Wall
Street Journal dijo que Obama "aprovechó el momento con un discurso
inaugural que invocó los propósitos históricos de Estados Unidos y el
optimismo".
Muchos prominentes columnistas le tomaron la palabra cuando dijo querer
trascender "trasnochados argumentos políticos". El columnista David
Ignatius, del diario centrista The Washington Post, escribió: El discurso
"nos mostró, una vez más, que el nuevo presidente realmente habla en serio
cuando dice que quiere crear un nuevo tipo de política para Estados Unidos
más allá de los partidos".
La ex redactora de los discursos de Ronald Reagan (1981-1989), Peggy
Noonan, escribió en The Wall Street Journal que las palabras de Obama
constituyeron un "serio y soberbio discurso" que capturó el centro
político.
En temas de política exterior y defensa, el nuevo presidente ofreció un
discurso igualmente agradable para "halcones" (ala más belicista) y
"palomas" (ala más moderada), así como para realistas e idealistas.
Su afirmación de que rechazaba "la falsa opción entre seguridad e
ideales" fue una de las líneas más citadas del discurso inaugural. La
mayoría vieron en su alocución un fuerte repudio a las políticas de su
predecesor, George W. Bush.
Pero las declaraciones de Obama en ese sentido no fueron tan diferentes
a las hechas por el propio Bush, cuatro años antes de su segundo discurso
de asunción, cuando dijo: "Los intereses vitales de Estados Unidos y
nuestras más profundas convicciones ahora son una".
Obama claramente se resistió a repudiar en forma explícita la ambiciosa
visión internacional de Bush. En la mayor parte del discurso, simplemente
prometió actuar en forma más prudente, en concierto con aliados y sin el
recurso constante de la fuerza, como lo hizo su antecesor.
Mientras, el nuevo mandatario granjeó respaldo de los halcones al
prometer vencer a los terroristas. "No nos podrán superar y los
derrotaremos", afirmó.
"Para muchos conservadores, ésta fue la frase que constituyó la firma
del discurso inaugural de Barack Obama", escribió Thomas Donnely en el
conservador Weekly Standard.
(FIN/IPS/traen-rp/dl/ks/na ip sp fe/09)