Obama propone cambios en trato a Cuba
WASHINGTON, (IPS) – Mantener las actuales políticas de
aislamiento hacia Cuba o adoptar un enfoque más abierto hacia esa isla
caribeña son las diferentes estrategias que plantean respectivamente los
principales candidatos a la presidencia estadounidense, John McCain y
Barack Obama.
Por Alison Raphael
Dan Restrepo, representante de la campaña de Obama, y Adolfo Franco,
hablando en nombre de McCain, dieron el viernes una charla en el centro de
estudios Diálogo Interamericano (IAD), con sede en Washington, sobre las
ideas de sus candidatos para las futuras relaciones de Estados Unidos con
América Latina.
"El nuevo presidente estadounidense será el primero en cinco décadas
que no efrentará a Fidel Castro", señaló el moderador del IAD, Dan
Erickson, añadiendo que, después de todo este tiempo, Estados Unidos
todavía se hace la misma inquietante pregunta: "¿Qué pasará con Cuba en el
largo plazo?".
Ambos candidatos presidenciales comparten el objetivo de apoyar los
pasos cubanos hacia la democracia, pero tienen estrategias completamente
diferentes para alcanzar ese fin.
Obama, candidato por el opositor Partido Demócrata, ajustará algunas
políticas sobre Cuba del actual gobierno de George W. Bush, dijo Restrepo,
como eliminar las restricciones a las visitas familiares y al envío de
remesas a esa isla caribeña, que han demostrado ser muy impopulares entre
los cubano-estadounidenses.
El candidato demócrata cree que revertir las políticas de Bush le dará
a los cubanos más "espacio" dentro del régimen, explicó Restrepo.
Otra idea más controvertida de Obama es intentar desafiar al gobierno
cubano para que libere a todos los prisioneros políticos, a cambio de
abrir conversaciones oficiales con Washington para considerar un fin a las
sanciones contra la isla.
"No podemos seguir haciendo lo mismo y esperar nuevos resultados", dijo
el portavoz del candidato demócrata, aludiendo a la histórica creencia en
la Casa Blanca de que aislar a la isla es la mejor política, motivo del
embargo comercial unilateral que ya lleva 46 años.
Mientras, hablando en nombre de McCain, del gobernante Partido
Republicano, Franco presentó una política hacia Cuba prácticamente
idéntica a la del gobierno de Bush.
A lo largo de los años, "McCain ha mantenido una postura constante
sobre Cuba, y es que la isla es un estado paria que no debe ser
recompensado hasta que muestre algún compromiso con la democracia",
explicó.
Según Franco, el candidato republicano incrementará la "asistencia
material" a los disidentes cubanos y "mantendrá la presión" a La Habana.
"Recompensar" a Cuba sería un "error colosal", reiteró, quizás
refiriéndose a la posibilidad de abrir canales diplomáticos.
Pero Kirby Jones, empresario con muchos contactos tanto en Estados
Unidos como en Cuba, le dijo rotundamente: "Nada de lo que dice va a
funcionar".
Y el plan de Obama fracasará si la liberación de los prisioneros
políticos es presentada como una condición para las conversaciones,
sostuvo Jones. El empresario afirmó que la estrategia de establecer
condiciones para conversaciones diplomáticas ha demostrado ser
infructuosa.
Mientras, Wayne Smith, ex enviado de Washington a Cuba, subrayó la
importancia de que el nuevo gobierno tenga como prioridad mejorar las
relaciones con América Latina como un todo, y sugirió que dialogar con La
Habana sería un buen comienzo.
También llamó a suprimir la Ley de Ajuste Cubano, de 1996, que provee
asistencia económica a los cubanos que lleguen a Miami y les facilita su
acceso a la ciudadanía estadounidense, un trato más beneficioso que a los
inmigrantes de otras naciones.
"¿Por qué esa ley todavía está en los libros?", preguntó Smith, ya que
las circunstancias han cambiado y su eliminación acabaría con los
incentivos para la inmigración cubana, un punto de tensiones entre
Washington y La Habana.
Otros participantes discutieron el papel de figuras republicanas
cubano-estadounidenses en Miami, en particular Lincoln y Mario
Díaz-Balart, que representan a la línea dura tradicional de esa comunidad.
Lincoln Díaz-Balart, en particular, tendría fuerte influencia en las
políticas de Bush hacia Cuba.
David Wasserman, del grupo independiente Cook Political Report, predijo
que la competencia por el distrito 21 de Miami, en manos de Lincoln
Díaz-Balart los últimos 16 años pero ahora aspirado por el alcalde del
municipio Hialeah, Raúl Martínez, será "la peor competencia en el país".
Los demócratas sostienen que los distritos representados por los
hermanos Díaz-Balart se han diversificado tanto que a los republicanos no
les alcanzará con presentar una plataforma anticastrista.
(FIN/IPS/traen-rp/ar/ks/na ip sp fe/08)