¡Opacan el grito de Goya los Poblanos! ¿Cómo se originó el grito de Goya?

¿Cómo la gente vivió el triunfo del Puebla sobre los Pumas en CU?
Por cierto, a nombre de nuestro periódico aprovecho para hacerles esta pregunta y dentro de los tres primeros que me la contesten por escrito como un comentario y que por supuesto, estén acertados en esta nota periodística, a nombre del periódico le daremos un boleto GRATIS en la sección de Planta Baja del estadio olímpico universitario para la Jornada NUEVE para el próximo Domingo, Marzo 6, 2016 al mediodía, entre el juego de los PUMAS contra el Cruz Azul, y esta es la pregunta:
¿Por qué utilizan o cual es el origen de la porra universitaria: Goya.., goya..,?
Puebla vence por uno al Subcampeón PUMA del futbol mexicano
Por Mariana Curiel
CIUDAD DE MÉXICO, CIUDAD UNIVERSITARIA. ESTADIO OLÍMPICO.- En una mañana fría, de este mes de enero, en este invierno helado, comenzó a llegar la gente, en su mayoría puma; y así comencé mi nota publicada en nuestro periódico el mismo día del partido:
“En el partido entre pumas y puebla la gente abarrotaba los puestos de comida y recuerdos de su equipo favorito, la vendimia estaba llena de furor, y los concurrentes pronosticaban la victoria de su equipo de casa el pumas.
El pronóstico por lo general fue de cuatro (4) goles a uno (1).
De esta forma fueron entrando al estadio universitario, llenos de entusiasmo y vitoreando al grito de la porra, así: “¡Goya…goya…, universidad…, pumas ra, pumas ra”!”

ALINEACIÓN EQUIPO CLUB UNIVERSIDAD NACIONAL A.C. vs EQUIPO CLUB PACHUCA. Resultado Jornada 5 Empate a uno. Fotografías del periódico San Antonio Newspaper, a través del connotado proyeccionista y ahora fotógrafo Jorge Mendoza Arroyo. © 2016 San Antonio Newspaper
Llegué al estadio Olímpico Universitario de la UNAM Universidad Nacional Autónoma de México, muy temprano y comencé a realizar mi trabajo entrevistando a varios aficionados, nuestro reportero gráfico Jorge Mendoza Arroyo, tomo graficas de los aficionados de ambos bandos; la mayoría de los poblanos con chamarras tapando de alguna forma su equipo favorito, tímidos por estar de visitantes o simplemente por el frio que nos congelaba las manos, o por lo menos a si los sentía.
Luego de pasar por la puerta “K” de atención de Prensa, el Coordinador de medios de comunicación, Adolfo Cortes Villanueva me atendió cordialmente y me instruyó para pasar al palco de los periodistas, siendo las 10.45 de la mañana llegué al palco de la prensa después de pasar todos los trámites en la puerta que tiene la letra “I”.
Antes de entrar al palco reservado a la prensa escrita, junto con mi compañero, nuestro Reportero Gráfico, Jorge Mendoza Arroyo, obtuvimos entre los aficionados alrededor de unas cinco entrevistas entre varios estudiantes universitarios.
Ya en el palco de la prensa, desde ahí comencé a ver como iban llegando los aficionados que ocupaban poco a poco sus butacas. La mayoría le va al equipo de los pumas traen sus camisetas con el logotipo de su equipo. Por entre la gente pasan los vendedores ofreciendo sus productos chamarras, tortas, refrescos, palomitas, los asistentes aprovechan que aún no comienza el partido para comprar los productos de la vendimia. Los vendedores pasan gritando a voz en cuello. En el campo comienzan a desfilar las modelos con las banderas con los logos de los productos que ellas representan para generar su publicidad para lo que fueron contratadas, y poco a poco se va llenando el estadio por los aficionados de ambos equipos.
Nuestros compañeros reporteros de los diversos medios de comunicación se preparan en sus lugares acostumbrados y ya están con sus cámaras listas y micrófonos respectivamente, tanto en el palco como en la cancha.
La gente comienza a vitorear a su equipo favorito y se oye la porra que retumba en el coloso del estadio Olímpico Universitario de Ciudad Universitaria, y hay mucha seguridad ya que los policías del Distrito Federal, hoy Ciudad de México, resguardan que haya orden.
Las cuidadoras y gente de mantenimiento e intendencia que laboran dentro del estadio, están trabajando y preparándose para recibir a los aficionados y realizar su trabajo con el mayor respeto y limpieza requeridos.
Los encargados de difusión del estadio, ya han puesto en la pantalla gigante un marcador que dice: Pumas 3 vs Puebla 2. ¿Pronóstico acertado? Como sabemos al final, el marcador le fue adverso a los de casa, de ninguna forma esperaron el marcador adverso y mucho menos el perder aunque fuera por un gol a cero.
Viene entre la gente un señor ya grande de edad y de estatura que trae varios sombreros en la cabeza con el logotipo del equipo de los pumas y a voz en cuello lo ofrece a la gente mientras agita en una mano una banderilla de los pumas. También hay vendedores que ofrecen golosinas y cervezas. Los vendedores pasan entre la gente del público, algunos compran y bromean con los amigos que los acompañan.
La afición rompe en gritos de júbilo cuando en el altavoz se escucha el himno de los pumas.
Hay tortas…hay tortas, se escucha el pregón de un vendedor, otro trae en la cabeza una charola de refrescos bien fríos con el calor del mediodía; otro trae una charola con frutas picadas, y otro con tortas.
Al mismo tiempo, se oyen los tambores y unas porristas en el campo traen la bandera azul de los pumas y se paran en un lado de la cancha; unos muchachos y unas muchachas con el uniforme de los pumas y con sus sombrillas recorren la cancha con un señor que se metió en un disfraz de una empresa cervecera patrocinadora del espectáculo futbolístico.
Los jóvenes van atrás de los que tocan los tambores, todo es alegría y pasión por apoyar a su equipo favorito. La gente comienza a chiflar pidiendo que ya salgan los equipos al campo a iniciar el partido.
Muchos jóvenes bailan en las gradas, otros sacan fotos con sus cámaras y sus celulares; otros con sus “selfis” tomándose asimismo o a su pequeño grupo. Un vendedor trae banderas de los pumas y las ofrece al público, unos muchachos le compran una bandera puma, entre risas alegres y estrepitosas.
Los camarógrafos y fotógrafos ya están listos y están filmando con sus cámaras de video y de fotos el bullicio de la gente, tomando lo que en el argot periodístico le llamamos “COLOR”.
Todo es alegría, pasan unas chicas vestidas de azul con gorras blancas, traen unas banderas largas y blancas que muestran a sus patrocinadores, les siguen otras edecanes que lucen diminutos “hot pants” y traen unas banderas que muestran a otra empresa patrocinadora.
Un camarógrafo se pasea impaciente con su cámara que ya está lista mientras come papitas y toma un refresco. Una señora de cabello entrecano rizado observa con un catalejo como se desenvuelve la gente en el estadio olímpico universitario, y le comenta a sus acompañantes lo que está viendo y comparte sonrisas y los contagia con sus comentarios ¿Qué está viendo o de que se estará riendo a carcajada abierta con sus acompañantes?
Continúan pasando por un lado y otro los vendedores, ofreciendo sus diversos productos y el un vendedor pasa con una caja de hule que tiene un letrero que dice: “Tortas a $ 40.00 cuarenta pesos”
Y sigue llegando la gente y los aficionados tocan y tocan sus tambores; tocan ante la algarabía y los gritos de sus aficionados, tanto los porristas de casa como de los visitantes poblanos, y por fin salen los jugadores al campo de fútbol y se colocan para la fotografía del recuerdo y el locutor anuncia a ambos equipos contendientes. La gente lanza gritos de apoyo.
Pasa conmigo una señorita dentro del equipo de comunicación de atención a la prensa y me da una lista de los jugadores titulares y los suplentes de ambos equipos.
El locutor advierte a las porras que tienen que preservar el orden ya que no quiere que haya desorden, y les advierte que no deben invadir el terreno de juego ni lanzar a los jugadores objetos punzocortantes o de otra índole.
El personal de vigilancia de protección civil y el cuerpo de bomberos de la UNAM, portan chalecos color naranja. El locutor continúa pidiéndole a los presentes de que mantengan despejados los túneles y rampas de las salidas de las puertas de emergencias. También les hace advertencias sobre el cuidado que se debe tener con los menores de edad, y les indica el protocolo que se debe seguir en caso de una contingencia de fuerza mayor, es decir, que en caso de una fatalidad o temblor, deben salir del estadio en orden, no correr, no gritar, y tampoco empujar.
Los jugadores con playeras o chalecos, comienzan a calentar atrás de su banca, ya que son los jugadores de reserva o suplentes.
La gente está impaciente y espera el silbatazo para que comience el partido y mientras tanto sigue la vendimia en un incansable ir y venir ofreciendo a los concurrentes su mercancía.
Los asistentes que en su mayoría apoyan al equipo de casa, es decir, a los pumas observan una pantalla donde sale un niño en silla de ruedas acompañado de su mamá quien dice que el sueño de su hijo era estar presente en ese partido para ver a sus jugadores favoritos y tener su autógrafo; es así que un jugador abraza al pequeño quien sonríe feliz y levanta los brazos en señal de triunfo.
Se oyen las porras de: “¡Goya… goya… cachun… cachun ra, ra!”
Por cierto, a nombre de nuestro periódico aprovecho para hacerles esta pregunta y dentro de los tres primeros que me la contesten por escrito como un comentario y que por supuesto, estén acertados en esta nota periodística, a nombre del periódico le daremos un boleto GRATIS en la sección de Planta Baja del estadio olímpico universitario para la Jornada NUEVE para el próximo Domingo, Marzo 6, 2016 al mediodía, entre el juego de los PUMAS contra el Cruz Azul, y esta es la pregunta:
¿Por qué utilizan o cual es el origen de la porra universitaria: Goya.., goya..,?
No lo olviden, yo –Mariana Curiel- de forma personal voy a regalar este boleto para el juego entre PUMAS vs Cruz Azul, que sortearé, entre los primeros tres aficionados que contesten acertadamente el origen de la porra universitaria. Deben confiar en mi honestidad y le pediré al coordinador de prensa de los Pumas, que sea testigo –si acepta- Adolfo Cortes Villanueva, del sorteo.
De hecho, nuestro director de nuestro periódico, quien estudio en la UNAM y fue aficionado en los tiempos de: Leonardo Cuellar Rivera (1972-79)*; José Luis López Sánchez “Pareja” (1972-81); Spencer Coelho (1974-77); Evanivaldo Castro Silva “Cabinho” (1974-1979 Campeón Goleador en cuatro temporadas del fútbol mexicano); Juan José Muñante López (1975-79); y Hugo Sánchez Márquez (1976-81), y otros más; quien además de ser estudiante y dar clases como asistente del Arquitecto Pablo Casanova en la materia de Organización de Obras Uno, no sabía el origen de su porra, y que durante varios años la grito a pulmón abierto junto con sus compañeros que muchas veces se fueron “de pinta” durante casi una década mientras concurrió al estadio universitario para dar apoyo junto con sus cómplices por salirse de sus clases.
A ustedes lectores, ¿les gustaría saber el origen de su porra? Pues, ya lo saben, estén atentos a mi nota del juego entre Pumas contra Cruz Azul y allí les daremos el origen de su porra.
Continúa el desarrollo del evento y los aficionados que viven la intensidad del futbol se desviven apoyando con sus porras, silbatos y tambores, así como sus canciones de aliento apoyando a su equipo del pumas.
En la zona sur del estadio, del lado de la porra de los visitantes, los “camoteros” casi no vinieron, casi no hay gente del Puebla.
Los jugadores ya están listos para comenzar el partido y finalmente luego de la foto y el “volado”, el árbitro da el silbatazo y emprenden a mover el balón ante el griterío de los aficionados que lanzan porras apoyando a los jugadores y emocionándose ante cada llegada de los pumas al área grande del equipo Puebla.
El jugador puma remata sin anotar el ansiado gol y el público lanza un grito de decepción, algunos abuchean al jugador, y el portero despeja el balón y todos corren para tratar de dominar al equipo contrario.
Los aficionados se ponen de pie y ponen la mano empuñada derecha, extendida hacia el frente mientras escuchan emocionados su himno y estallan en porras dándoles ánimo a los jugadores de los pumas.
En una jugada domina el equipo Puebla que se pasa la pelota y se la da a su portero, quien la despeja, y la gente pide le pide y exige un gol ya que avanza el tiempo y no se concreta la tan ansiada jugada.
Un jugador del equipo pumas saca la pelota del campo y un jugador hace un tiro de banda; realmente esta dominando el Puebla ante el enojo del público que le va a los pumas que ve nuevamente que sale de la cancha el balón y sale a favor de los Pumas; cobra Ismael Sosa, quien lanza un tiro y un jugador del Puebla desvía el balón.
Cobra Fidel Martínez, las gentes gritan: ¡Gooool…! Pero no concluyen la jugada y el balón sigue rodando entre las patadas y pases de los futbolistas de ambos equipos.
La gente emocionada vitorea a su equipo mientras unos asistentes al partido lanzan envases con “agua de riñón” (desde arriba); otros aplauden y otros exigen gol.
Llega a la cancha o a la portería del Pumas el Puebla y el delantero argentino del equipo del Puebla metía el primer gol ante la impotencia de los Pumas y el abucheo de la gente, así finalizo el primer tiempo. Matías Alustiza con su solitario gol, obtuvo para los poblanos el triunfo sobre los pumas, al minuto 29′.
Matías Alustiza, quien metió el ansiado gol a favor de su equipo poblano ante la desesperación e impotencia de los Pumas que fueron abucheados por sus seguidores.
El gol cayó en el minuto 29, como lo establecimos y un muchacho del público opinó que este fue un partido muy “equis”. Le llamó: “El duelo de los menos malos” y la porra universitaria vuelve a gritar apoyando a su equipo favorito, así: Goya.., goya… goya… universidad…, y el partido continua y así llegan al silbatazo donde anuncian el intermedio y los jugadores salen del campo.
En el altavoz anunciaron la llegada del show en el intermedio y entra una banda brasileña que comienza a sonar alegremente los tambores mientras las bailarinas luciendo su típico atuendo comienzan a bailar al son de la música alegre.
La gente aprovecha y se levanta de sus lugares para ir a diversos lugares, unos al sanitario, otros de compra, otros para saludar a sus familiares o amistades que les acompañaron al juego de futbol, algunas damas al tocador; algunos de los empleados de limpieza pasan al campo de futbol con sus instrumentos de trabajo y comienzan a limpiar la cancha.
El bullicio de la gente que va y viene es interminable, algunos se quedan sentados y comentan lo que ha sucedido en el partido. Hay un descontento manifiesto, ya que el equipo de casa está perdiendo por la mínima diferencia, pero está perdiendo y eso ya es suficiente para muchos aficionados que reniegan e insultan tanto algún jugador determinado como al entrenador; los menos manifiestan y se desahogan dando aliento a sus jugadores y pidiéndoles jugar en equipo y adelante hasta vencer a los poblanos.
Pasado el tiempo reglamentario da comienzo la segunda parte del encuentro entre los pumas y el equipo visitante, Puebla. Se oyen gritos de la gente y la vendimia se reanuda con los vendedores que pasan ofreciendo su mercancía a los asistentes que siguen con atención las diversas jugadas de sus equipos. Se nota el desánimo ya que las jugadas de ambos equipos dejan mucho que desear para lo que los fanáticos esperan de sus jugadores favoritos a los que abuchean por no concretar el ansiado gol.
Por parte del Pumas sale Cristian Bermúdez y entra Fidel Martínez. Se reanuda el partido con una llegada a la meta del portero de los Pumas por un jugador del Puebla ante la rechifla de los aficionados que apoyan a su equipo de los Pumas. Hay un tiro de esquina y cobran los pumas con Ismael Sosa, el portero despeja la pelota y la manda a medio campo. Un jugador tira a gol pero lo falla, y ahora se provoca un tiro de esquina de los Pumas y cobra Javier Dueñas, el portero para la pelota ante la desilusión de los aficionados que abuchean al jugador.
Sigue el partido y un jugador de los pumas comete una falta y cae un jugador del Puebla; el árbitro marca la pena máxima y quien se levanta ante las protestas de la gente y tira un penalti el cual cobra Matías Alustiza, quien increíblemente falla el tiro de penal y la gente lo festeja a grito abierto y algunos, dándole gracias a Dios.
Sigue la vendimia y un vendedor de papitas le prepara a un aficionado una bolsa de papas con chile y se la entrega a un seguidor poblano, ante las muecas de los aficionados pumas, el cual le da un billete para que se cobre. Mientras tanto el juego continua y hay otra falta de un jugador en el campo, quien se queja tirado en el suelo; el árbitro marca falta y ordena tiro libre, desde el medio campo que cobra el equipo del Pumas, se oye entonces el griterío de la porra de los Pumas y que anima al jugador Ismael Sosa, quien falla la jugada, ante el abucheo de la porra.
Sigue circulando el balón y hay un remate de cabeza de un jugador del equipo Puebla. Por otra parte el entrenador aprovecha y utiliza un cambio de jugador del Puebla y entra en su lugar el jugador Francisco Torres (Ramón Arias, 67’),
Del equipo Puma sale Marcelo Alatorre y entra el jugador Mathías Vidangossy, al minuto 66’. Vuela el balón en un despeje. Lo tiene el Pumas que no concluye la jugada. La porra anima a su equipo. Hay un tiro de esquina de los Pumas. Lo cobra Javier Cortés.
Se deja caer un jugador de los Pumas se forma una valla para rematar a gol es un penalti el cual fallan.
Continúa el partido y hay intercambio del balón entre ambos bandos. Se escuchan los tambores y la voz del que está narrando el encuentro. Hay un cambio del equipo de los Pumas, sale Luis Fuentes (Luis Quiñones, 76’).
Los Pumas llegan a la portería del Puebla pero falla el remate. Hay un cambio de jugadores del Puebla, y sale Óscar Rojas (Alberto Acosta, 78’).
Por el altavoz el narrador anuncia que los asistentes al partido sumaron la cantidad de 20.428 espectadores.
La porra comienza a apoyar al equipo de los Pumas y se escucha: Cachun….cachun…ra…ra…ra…goya; ellos no dejan de apoyar a su equipo al Pumas que les está haciendo pasar la pena negra. Va ganando el equipo Puebla, suenan frenticos los tambores como si estuvieran desesperados al igual que los jugadores que lanzan gritos de impotencia.
Los granaderos se pasean bajo las gradas resguardando el orden y preparándose en caso de que se requiera su intervención ante la posible derrota del equipo de casa, nunca sabe uno como van a actuar los aficionados. Las porras no dejan de lanzar gritos apoyando a los Pumas aunque se ven desmoralizados por el marcador a favor del Puebla.
Un jugador del Puebla se acerca a la meta pero falla el remate. El público esta frenético y lanzan a la cancha rollos de papel sanitario y gritan exigiendo el gol del empate ya que están desesperados porque ya va a concluir el partido.
El jugador del Puebla Christian Campestrini, es amonestado y como ya es su segunda tarjeta amarilla, es expulsado al minuto 85′.
En la cancha expulsan al portero poblano por hacer claramente tiempo para que los Pumas no puedan empatar, y entra el jugador Ramón Arias a suplirlo como portero. Cobra el tiro un jugador del Puebla que remata fallando la jugada y lanzando el balón fuera de la cancha.
Remate de Matías Britos en el área, pero el portero se queda con el balón. Ramón Arias se quedó como el cancerbero tras la salida de Campestrini.
Un jugador del Puebla, en el minuto noventa 90′ Matías Alustiza cae al suelo y se duele, hará tiempo para que la Franja se salga con la victoria; ya que se acercaba peligrosamente a la portería puma; la jugada no se concluye ya que es parada por el portero Alejandro Palacios que toma el balón.
El árbitro indica que se añadirán cinco minutos de tiempo extra y la gente protesta y lanzan de nuevo vasos con “agua de riñón”; ya está por concluir el partido y es amonestado por el árbitro un jugador del Puebla, Matías Alustiza al minuto 91′.
El balón lo tiene un jugador del Pumas Ismael Sosa y tira a la portería, pero el portero Arias que entro al ser expulsado el portero titular, detiene el balón ante la decepción de los fanáticos; es despejado el balón por el portero y domina el equipo Puebla.
Casi al final, al minuto 93′ Mathías Vidangossy, quien entro de refuerzo al minuto 66’ disparo un tiro que paso a un costado de la portería custodiada por los poblanos, y ya al minuto 95′ en esos momentos se oye el silbatazo final con marcador 1 a 0 a favor del equipo de Puebla; por ello y ante el descontento de la gente aficionada a los Pumas, se levantaron muchos de ellos recordándoles su diez de mayo y otros simplemente comentando entre sus familiares o amigos su descontento y comienzan a salir enfadados.
(*) Página 253 del libro: Fútbol Profesional en México Primera División 1943-2007 del licenciado Fernando Macías Cabrera; reproducción autorizada por su autor.